¿De dónde viene esta expresión? ¿Qué significa?

Los modismos son formas de hablar tan antiguas como el propio lenguaje, son expresiones que empleamos de forma coloquial y su significado se pierde con el paso del tiempo y su utilización en lugares distintos de donde se crearon. En general estas locuciones podemos decir que son de origen incierto pero como en todas las cosas de la vida hay excepciones. Cómo «ser más chula o chulo que un ocho», cuyo génesis se sitúa en Madrid.

De la capital han salido modismos muy populares que se han asentado en toda España y más allá. Ahí están las locuciones «en el quinto pino», para decir que algo está muy lejos; «hasta el 40 de mayo no te quites el sayo», para tener cerca ropa de abrigo pese a estar en época primaveral; o «hacer una vicalvarada», planes que se idean de improvisto cuyos resultados no son los esperados.

En ese grupo castizo también está la frase «ser más chula o chulo que un ocho», empleada para describir a una persona presumida, vanidosa, desafiante, chulesca, canalla o a alguien que va vestido elegante.

 

«Chulo» en el diccionario de la RAE

Cabe recordar que, atendiendo a la definición del diccionario de la Real Academia Española, un chulo “masculino” es aquel que habla con chulería, pero también una persona guapa o perteneciente a las clases populares de Madrid. El término tiene otras acepciones, como el hombre que encierra a las reses en el matadero o aquel que se dedica al tráfico de la prostitución, pero éstas se alejan del significado del modismo.

Para saber el origen de la expresión hay que remontarse al Madrid de principios del siglo XX y en concreto a uno de sus tranvías.

El antecedente del tranvía en Madrid se sitúa en 1843 cuando el primer ómnibus, tirado por caballos, empezó a dar servicio interurbano a los ciudadanos, aunque la primera línea del tranvía en Madrid surgió en 1871. No fue hasta 1905 cuando a los tranvías se les asignó un número según el recorrido que realizaba cada uno. 

 

Tranvía número 8

El número 8 fue para el tranvía que unía el parque de La Bombilla con el Hipódromo. Durante las fiestas locales, los vagones de esa línea se abarrotaban de chulapos y chulapas que se disponían a acudir a los bailes y verbenas del parque de La Bombilla.

Un tranvía repleto de hombres y mujeres impecablemente arreglados con sus trajes tradicionales de chulapos y chulapas era una imagen que llamaba la atención, sobre todo entre los vecinos de la zona del Manzanares, a quienes se les otorga la autoría de la expresión «ser más chula o chulo que un ocho» poco después de renombrarse la línea 8. 

La frase empezó a popularizarse de forma vertiginosa a lo largo y ancho de Madrid, y más tarde en el resto de España, porque no podía existir nada con mayor chulería que un tranvía infestado de chulapos. Así, pese a que con el paso de los años se acabó renombrando y remunerando de nuevo las líneas del transporte público, la locución siguió utilizándose en las conversaciones.

Fuente: elmundo.es