En el museo se exhiben grandes obras de Sorolla, además de objetos personales, mobiliario y una destacada colección personal de arte.
Como parte del programa cultural y de integración de nuestro alumnado de español, el pasado día 18 de agosto, visitamos el Museo Sorolla. Además de ofrecer una importante colección de cuadros del pintor valenciano, Joaquín Sorolla Bastida, pudimos conocer la que fuera la vivienda del artista. El museo es una maravillosa casa que merece la pena visitar y que se conserva prácticamente tal y como él la dejó. Estar dentro produce la sensación de adentrarse en una casita de cuento. Además, estuvimos dentro del antiguo estudio del pintor, donde hace que entiendas, que ese fuera su sitio para recrear su arte, ya que la amplitud y su luz así lo invitan.
Nos adentramos en un precioso jardín, con un pintoresco patio andaluz, donde nos tomamos una fotografía en sus escaleras llenas de verde. También contemplamos, una serie de estancias decoradas con pinturas del propio artista, esculturas, y diferentes objetos ornamentales. Esta casa la construyó el propio Joaquín Sorolla pensando en un lugar de residencia para él y su familia, y después de la muerte del pintor se convirtió en su propio museo. El artista pudo financiar su proyecto gracias al creciente éxito que fue cosechando, especialmente con las exposiciones que realizó en Estados Unidos.
Tras la muerte del pintor valenciano (en 1923), su exesposa Clotilde García del Castillo legó la casa y su colección de arte al Gobierno español, dando su consentimiento para que se creara un museo dedicado a su marido. Se exhiben grandes obras de Sorolla, además de objetos personales, mobiliario y una destacada colección personal de arte. En resumen, se trata de un lugar único en Madrid, imprescindible para cualquier amante del arte y la cultura. Si no lo conoces, no tienes excusa para no ir a esta casita de cuento y pintura. ¡A nosotr@s nos enamoró!
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