Con motivo del 8M. la Fundación ADECCO lanza su campaña:  “Con empleo somos menos vulnerables”

 

En el Día Internacional de la Mujer, la Fundación Adecco quiere mostrar a la luz tres historias de mujeres con las que han trabajado en el último año. La campaña trata historias anónimas que han querido compartir para darles visibilidad, reconocimiento y también para derribar las barreras que encuentran miles de mujeres a la hora de enfrentarse a la búsqueda de empleo.

 

La campaña muestra el reto al que nos enfrentamos 

La desigualdad entre hombres y mujeres en el mercado laboral es uno de los males endémicos que más expone a la pobreza y a la exclusión social en España. Conocedores de la realidad del mercado de trabajo y de las circunstancias que rodean a la mujer en situación de vulnerabilidad, desde la Fundación Adecco quieren actuar como conector entre las mujeres más vulnerables y las empresas. Además, en el Día Internacional de la Mujer queremos poner en valor el trabajo de miles de profesionales y entidades que trabajamos cada día para que no existan etiquetas, barreras, situaciones discriminatorias o desiguales.

 

Ayudan a las mujeres más vulnerables 

  • Desarrollo de más de 60 talleres a nivel nacional con mujeres en situación de vulnerabilidad o exclusión social. [ver talleres] 
  • Desayunos de trabajo, mesas de diálogo y jornadas en las que trataremos las principales dificultades de las mujeres en riesgo de exclusión social para acceder al mercado de trabajo.
  • Presentan su informe #EmpleoParaTodas: la mujer en riesgo de exclusión en el mercado laboral. [ver informe]

Así también, difunden las historias de nuestras beneficiarias, vídeos basados en historias reales elaborados en base a entrevistas realizadas a las mujeres a las que atendemos y a las consultoras de integración & inclusión con las que trabajan. En estas piezas de video ponen el foco en 3 perfiles diferentes: mujeres víctimas de  violencia de género ante un mercado laboral afectado por la pandemia; mujeres mayores de 55 años, que han demostrado que han liderado los esfuerzos laborales en la peor etapa de la crisis sanitaria y que ahora se enfrentan a un mercado laboral incierto; mujeres con responsabilidades familiares no compartidas, que durante la pandemia han tenido que afrontar de manera extraordinariamente complicada el reto de la conciliación. Te animamos a compartirla en redes sociales.

 

Ellas nos inspiran, ellas nos movilizan

La campaña del Día Internacional de la mujer está protagonizada por mujeres que reflejan las historias reales que les han contado sus beneficiarias. Por ello, si quieres conocer la historia de miles de mujeres en nuestro país, aquí te las presentamos:

Fernanda: Fernanda lleva toda su vida luchando. Es enérgica y paciente. Tiene 55 años, llegó a España en 2017 tras toda una vida trabajando en distintos sectores y sacando varios negocios adelante. Ahora lucha por encontrar un empleo estable, desde una habitación compartida, para ayudar a dar el último empujón a la independencia económica de sus hijos. Durante los peores meses de la pandemia encontró un empleo en una de las labores más duras: era limpiadora en una residencia de mayores. Desde el primer día tuvo que doblar turnos, con las consecuencias físicas y psicológicas que ello conlleva. Por suerte contaba con el apoyo de su compañero Luis. Han finalizado sus contratos por obra y servicio, ¿continuarán ambos en su puesto de trabajo?

Jessica: Jessica es empática y tiene don de gentes. Ha conseguido ser una treintañera independiente con dos hijos a su cargo y un empleo estable. Hasta 2020. El bar de toda la vida de su barrio, donde trabaja desde que terminó el instituto, ha tenido que cerrar temporalmente. Sus ingresos llegan de manera irregular y está empezando a retrasarse en los pagos del alquiler, lo que hace que no pueda asumir los gastos más básicos. ¿Existen opciones para salir de ese círculo?

Violeta: Violeta accedió a dejar su trabajo cuando se casó. Una mujer resolutiva y eficiente que se centró en el cuidado de sus hijos y su casa, para que su marido sacase adelante su negocio. Lo que al principio Violeta achacaba a un mal carácter con los años se ha convertido en un maltrato psicológico, agravado por un “síndrome del nido vacío”. A sus 50 años está dispuesta a salir de su situación y sabe que el primer paso es encontrar un empleo. ¿Qué tal le iría la última entrevista de trabajo?

 

Fuente: Fundación Adecco