A inicios del mes de septiembre, con la vuelta al cole, nuestro grupo joven participó de la exposición JOANIE LEMERCIER. PAISAJES DE LUZ. En la Fundación Telefónica. ¡Únete a nuestro grupo joven! y comienza a disfrutar de actividades como estas.

El pasado miércoles día 1 de septiembre, vivimos una de las mejores mañanas que se puede vivir cuando sientes que el verano está a punto de terminar y el frío vuelve a la ciudad. Entre nubes y lluvia, nos adentramos en la planta cuarta del edificio de telefónica. ¿Y qué fue lo que descubrimos? 

Primero nos contaron:

Joanie Lemercier. Pionero en el uso artístico del videomapping y cofundador del colectivo AntiVJ en 2008, Lemercier (Rennes, 1982) establece su propio estudio en 2009, primero en Nueva York y, desde 2015 con sede en Bruselas, para centrarse en la creación de piezas que utilizan la luz proyectada y así generar experiencias que alteran la percepción visual.

A través de la programación informática y la manipulación de dispositivos, Lemercier consigue convertir los proyectores en una fuente de luz capaz de transformar la apariencia de las cosas y hacernos cuestionar la concepción de la realidad. «La luz como medio, el espacio como lienzo»

¿Cuál es la primera parte de esta exposición?

 La primera parte de esta exposición, reúne distintas tipologías de paisajes que hacen aflorar una paradoja: Y nos preguntamos ¡Uy…!, ¿Qué es eso?

Pues es, el intento de captar la espectacular belleza de la naturaleza, que no ha sido tomada por ojo del ser humano, con herramientas digitales.

Son vistas geométricas que revelan espacios, sombras, luces en movimiento. Rejillas, geometrías y líneas, mediante las cuales, te produce un efecto relajante donde acompaña una música de fondo, eso hace que la sensación sea placentera a la par que inquietante.

¿Qué más vimos?

Más adelante, descubrimos paisajes inspirados en lugares naturales, leyendas ancestrales o experiencias personales, pero también geografías imaginarias nacidas de la colaboración entre el ser humano y la máquina. un valle rodeado por montañas creado a partir de una retícula distorsionada por un algoritmo pone de manifiesto la difusa línea entre lo que consideramos real y la simulación generada mediante funciones matemáticas. ¡Algo realmente impresionante!

¿Cuál es la segunda parte de la exposición?

La segunda instalación está dedicada a los volcanes, compuesta por otro paisaje a gran escala dibujado a mano y representa el monte Fuji aumentado por una capa de luz proyectada.

Se trata de una proyección que juega sobre el dibujo para recrear una versión abstracta, hecha a base de luz, de El cuento del cortador de bambú, una antigua leyenda japonesa del siglo X.

La última parte es reflexión, mucha reflexión…

En contraste con la fascinación generada por los entornos «fabricados» digitalmente, la segunda parte de la exposición descubre la realidad de una naturaleza repleta de cicatrices causadas por la sobreexplotación humana.

A través de colosales imágenes captadas con dron, Lemercier abandona la ficción para enfrentarnos a la sobrecogedora urgencia de salvaguardar nuestro entorno.

Ejemplo de ello es “El bosque de Hambach y lo Sublime Tecnológico”, una instalación en la que el artista francés muestra la deforestación de uno de los bosques más antiguos de Europa, a 200 kilómetros de Bruselas, donde se ha establecido la mayor mina de carbón del continente.

El bosque de Hambach se ha convertido así en objetivo de la lucha contra el cambio climático y de la preservación de la biodiversidad. Con esta pieza, Lemercier inicia una nueva etapa creativa en la que su práctica artística busca impulsar una reflexión sobre la sostenibilidad y promover acciones positivas contra el cambio climático.

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