Los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) han sido la medida estrella del Ejecutivo para proteger el empleo durante la pandemia. Llegaron a afectar a más de 3,4 millones de trabajadoras y trabajadores que vieron su empleo suspendido o con la jornada reducida a finales de abril y comienzos de mayo. De ellos, la inmensa mayoría, en torno al 90%, estaban en la modalidad provocada por una fuerza mayor, causada directamente por las restricciones del estado de alarma.
Saber cuántas de las personas afectadas van reincorporándose al puesto de trabajo es clave para valorar tanto el calado de la recuperación como el éxito de la medida. Según los datos que ha dado la Seguridad Social, ya habrían salido de los ERTE por fuerza mayor algo más del 70% de trabajadoras y trabajadores afectados el 5 de mayo. Y, de esos 70 puntos porcentuales, unos 60 habrían vuelto a su empleo.
Los 10 puntos restantes se dividen entre los que han vuelto a trabajar pero a un puesto en otro centro de trabajo de la misma empresa (por ejemplo, en una cadena hotelera un establecimiento distinto del habitual); las personas que se han jubilado; las despedidas que han vuelto a trabajar; y, por supuesto, las despedidas que siguen en paro.
La clave, a partir de ahora, estará en ver cuántos de los casi 1,2 millones de trabajadores que todavía están afectados regresan a sus puestos de trabajo o, al menos, mantienen el empleo.
En palabras de José Luis Escrivá, Ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones del Gobierno de España “El 84% de los trabajadores que salen del ERTE lo hacen para incorporarse a la actividad de su empresa. Un 40% del 16% restante están ya de alta. Por lo tanto, solo un 6% de los trabajadores que estaban en ERTE por fuerza mayor el 5 de mayo están el 10 de julio de baja”.
Ahora hay una prórroga hasta el 30 de septiembre y la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ya ha declarado que el mecanismo funciona y no ve razón alguna para dejarlo caer. Comienzan a salir noticias relacionadas con la ampliación de este plazo y el propio Ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones afirma en una noticia, “que los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) «han llegado para quedarse estructuralmente en España» y ha explicado que la situación se reevalúa cada tres meses ante la «gran incertidumbre» y «elementos inesperados».