Si estás buscando trabajo, antes de embarcar es necesario que pares y reflexiones.
¿Cuándo fue la última vez que buscaste “algo”? (Un producto, una comida, un sitio en Madrid para pasear…) Recuerda cómo fue el proceso de búsqueda y qué encontraste.
Seguramente, sabías qué era exactamente lo que buscabas, lo tenías claro y lo podías describir utilizando palabras.
Te cuento un pequeño ejemplo. La semana pasada deseaba contemplar un atardecer maravilloso en Madrid. Sabía lo que quería: ver un atardecer desde mi ciudad. Busqué en Internet: atardecer en Madrid. El resultado que encontré fue la hora a la que debería estar si quería ver el atardecer. Pero no me indicaba desde qué lugar podía contemplarlo.
Modifiqué mi búsqueda en Internet y añadí: “contemplar atardecer en Madrid”. Eureka!!!
Ahora sí, ya sabía el lugar donde tenía que acudir para deleitar un hermoso atardecer.
Esto también nos ocurre cuando buscamos empleo. Ante la pregunta ¿de qué buscas trabajo? Surge la respuesta recurrente “de lo que sea”. Buscar “lo que sea” puede tener diferentes significados, puede hablar que estamos en disposición de aceptar cualquier trabajo, que tenemos competencias y habilidades para desempeñar TODOS LOS puestos de trabajo….o que simplemente no nos hemos detenido a pensar Qué tareas y funciones puedo realizar, qué competencias, habilidades, formación y experiencia poseo? Y por tanto, qué puesto de trabajo puedo desempeñar.
En nuestros talleres de empleo, insistimos en estas reflexiones con el fin de fijar objetivos profesionales, sin olvidar que a veces estableceremos objetivos a corto y/o largo plazo, incluso varios objetivos en el mismo momento.
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