Un grupo de estudiantes de español y usuarios de la Oficina Municipal de Inmigración este viernes 17 de mayo tuvimos la oportunidad de visitar la Huerta de Tetuán con motivo de la celebración del Día Mundial del Horticultor. Guiados por Flor, una vecina del grupo motor de la huerta, recorrimos los diferentes bancales, admirando la variedad de plantas que allí crecen: tomates, lechugas, cebollas, fresas… Un auténtico festín para la vista y el paladar.

No solo observamos, sino que también pusimos manos a la obra. Aprendimos sobre la importancia del compostaje y colaboramos en el mantenimiento de la compostera. Además, plantamos tomates y los regamos con cuidado, imaginando ya el sabor de una ensalada fresca con esos tomates cosechados por nosotros mismos.

La visita culminó con un agradable encuentro alrededor de una mesa, donde compartimos experiencias de huerta y vecindad. Leímos algunos refranes relacionados con las estaciones y el clima y charlamos sobre la historia de la huerta y la satisfacción de trabajar en comunidad.

Sin duda, una experiencia enriquecedora que nos ha permitido conectar con la naturaleza, aprender sobre agricultura sostenible y fortalecer los lazos de vecindad. ¡Esperamos volver pronto a la Huerta de Tetuán!

La Huerta de Tetuán es un ejemplo inspirador de cómo un espacio verde puede convertirse en un punto de encuentro para la comunidad. Además de cultivar alimentos frescos, se fomenta la educación ambiental, el trabajo en equipo y la cohesión social. El documental “Si la tierra hablara” es una bonita forma de conocer este proyecto que nos encanta.

¡Animamos a todos y a todas a visitar esta huerta vecinal y descubrir la magia de cultivar comunidad!

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